Uno de mis objetivos como formador de facilitadores sistémicos es que descubras tu estilo natural, aquel que te hace único. Para ello, te propongo una aventura que te llevará a un lugar que hemos denominado tu “desde dónde”. Un lugar donde reside tu capacidad de generar espacios, darles intención y sostener tus cualidades para que nuestros clientes los exploren y se descubran a sí mismos. Así es nuestro trabajo, tan simple en su esencia y tan complejo en lo que puede mostrar, somos arquitectos de espacios en los que el sistema expresa su realidad.
Como facilitador sistémico, al principio solo puedes diseñar pequeñas habitaciones en las que se indagan opciones; después amplias con habitaciones que transmiten información y conocimiento, en algún momento te sientes seguro para añadir espacios donde se toman decisiones.
Cuando descubres lo que aporta la celebración comienzas a añadir jardines y flores. Casi sin querer, te encuentras construyendo pequeños mundos llenos de puentes que acercan orillas enfrentadas, plazas donde las personas pueden hablar sin miedo y espacios sagrados para conectar con lo más profundo. Y mientras ayudas a tu cliente a recorrer estos mundos, éste se descubre a sí mismo.
Las cualidades de tus espacios están limitadas por tu “desde dónde”. Si tienes miedo a la violencia, será difícil que un equipo la traiga a tus sesiones. Si tienes poca disponibilidad para mostrar tu vulnerabilidad, a tu cliente le costará mostrar la suya. Si no reconoces las diferencias que habitan en ti, te será difícil recoger la abundancia de la diversidad en los otros.
Amplifica y afina tu capacidad sensitiva para ponerlas al servicio de tus clientes en particular y del mundo en general. A mayor desarrollo personal, mejores habilidades desarrollará el facilitador sistémico que habita en ti.
Nuestro cuerpo es una herramienta que percibe información esencial para nuestro trabajo. Es como una antena, y hay que trabajarla. Por esa razón, aunque existe un módulo específico dedicado a cultivar la singularidad de cada uno, mantenemos de forma transversal la intención de afianzar el DESDE DÓNDE y desarrollar el resto de habilidades necesarias para sostener los espacios creados. Aunque es importante desarrollar tus habilidades, lo es más ganar conciencia del desde dónde las aplicas.
Para poder explorarlas, hemos confeccionado una baraja de cartas con las habilidades y recursos necesarios. De esta manera accedemos al conocimiento desde el jugar y el sentir, personalizando el camino de cada uno y permitiendo que cada participante descubra lo que necesita en ese momento para él. Las cartas además tienen un corte que representa una mirada. Esto nos permite configurarlas en el espacio, direccionarlas y relacionarlas entre sí o con otros elementos.
Los pioneros que comenzaron la formación, comparten a menudo el éxito de sus experiencias como “arquitectos de espacios” de facilitación sistémica, la simplicidad de su uso y la profundidad alcanzada. Hemos desarrollado una herramienta profundamente transformadora para trabajar con personas, equipos y organizaciones.
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