Han sido 4 meses con estados emocionales de alta intensidad y decisiones difíciles. Creo que en mayor o menor medida todos hemos pasado por algún tipo de tormenta personal y profesional.
Espero que tu proceso te haya hecho tomar conciencia de algo nuevo en ti. Si es así, puedes estar agradecida a la vida, ahora te conoces mejor.
En mi caso, he encontrado viejos límites y después de bucear en las profundidades de las sombras, han aparecido algunos aprendizajes relevantes que me apetece compartir:
- La importancia de estar viviendo en plena naturaleza.
- Lo necesario de pertenecer a “una tribu consciente” en lo personal y lo profesional. Un grupo en el que nutrirme, sosteniendo y dejándome sostener.
- Concentrar mi tiempo en objetivos positivos y en las nuevas posibilidades. El caos es perfecto para crear y necesito compartir espacios conectados con la creatividad para fluir en esta realidad indefinida.
- La palabra “cambio” ya no tiene sentido. Cuando cambio, sé hacia dónde voy, ahora no lo sé, sólo hay incertidumbre. Por eso hablo de transformación.
- La transformación es un viaje de incertidumbre, de sorpresas y resistencias, y ya no es una opción. Nos vamos a transformar, sí o sí. La cuestión es en en “qué” y “cómo” quiero hacerlo. Y esto me conecta con el autocuidado.
- Si no sé hacia dónde voy, tomo fuerza de la fe, creo en algo intangible más grande que yo. Algo a lo que pertenezco. Eso me da fuerza. Llámale conciencia colectiva, campo mórfico social, humanidad, alma grupal…
- Cuando intento tomar decisiones en contextos de incertidumbre, mi proceso racional se queda girando infinitamente. Necesito datos para tomar decisiones. Sigo explorando nuevos canales que me permitan acceder a información inconsciente de mi cuerpo: la sistémica, la intuición, el corazón, las sensaciones corporales…
- y lo que queda por aprender…
Estoy feliz de asistir al impulso que están recibiendo nuevos conceptos como Capitalismo Consciente, Liderazgo consciente, el cuerpo como canal de información, o la Sistémica como herramienta para incluir y dar orden a todas las voces. La nueva normalidad también nos trae organizaciones como motores de cambios sociales y promotores de una mejor vida personal. Organizaciones que incluyen en su propósito, no sólo el beneficio, sino un impacto en el mundopara mejorarlo.
Quiero trabajar con estos líderes que sueñan un mundo mejor, un mundo de mayor autonomía y libertad, mayor conexión con la esencia, un mundo más humano, un mundo con alma.
Mi propósito y compromiso con diseñar y sostener espacios de transformación, se ha reforzado en estos meses. Y también ha aumentado mi responsabilidad con mi propia transformación. Mi responsabilidad de seguir explorando desde la infinita curiosidad mis poténciales, mi relación con el poder, mis sombras, mis creencias limitantes, mi gestión emocional,… Cómo me afecta la vida y como yo le afecto a ella.
En los últimos 3 meses he aprendido más de teletrabajo que en toda mi vida. Todo está en movimiento. Con el equipo de Facilitación Sistémica, hemos explorado las nuevas posibilidades online. Después las hemos probado con la comunidad de alumnos. Nos ha encantado lo que hemos vivido. Ahora sabemos que la intención del campo grupal se mantiene y seguimos trabajando en cómo aumentarla para conectar con la esencia del equipo desde la cercanía y la distancia.
También hemos descubierto un inesperado recurso que aumenta la profundidad del proceso, especialmente en sesiones individuales: el espacio de intimidad que disfrutas trabajando desde tu propia casa y con tus propios objetos.
Aunque hecho de menos abrazarnos, la nueva realidad me permite trabajar desde casa y disfrutar de la huerta. Así que le estoy cogiendo el gusto.
Con ganas de compartir.
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